Con tecnologías que pueden imitar la imagen y la voz de una persona o crear una nueva identidad sintética desde cero, la autenticación es un valor en alza en Internet y un problema aún sin resolver. Worldcoin ha propuesto la misión de atender este reto creando la red más grande de humanos verificados en línea. A cambio de la acreditación y algunas criptomonedas, la compañía obtiene la información biométrica consignada en el iris de las personas.
El proyecto es desarrollado por la compañía Tools for Humanity, cofundada en 2019 por Sam Altman, quien, a su vez, lidera OpenAI. Worldcoin, que inició operaciones en América Latina en las últimas semanas, es varias cosas al mismo tiempo. Además de entregar un pasaporte digital –conocido como World ID–, la compañía ofrece una criptomoneda propia: el Worldcoin, que en su página oficial se presenta como un token “distribuido libre, equitativa y globalmente a humanos únicos”.
En plazas, centros comerciales y locales en países de la región, Worldcoin dispone de orbs, esferas metálicas futuristas que escanean el iris de los participantes. Estos dispositivos generan un código alfanumérico a partir de la imagen, la cual es luego eliminada. Según la compañía, este método permite demostrar que alguien es un ser humano sin necesidad de revelar información privada. Con este pasaporte, los usuarios pueden validar que son reales en aplicaciones como Reddit, Telegram, Discord o Shopify.
Como incentivo o retribución, las personas que obtienen su World ID reciben un desembolso de Worldcoin en una billetera digital. Esta promesa de “dinero gratis” es parte del éxito de la iniciativa, que ha logrado acreditar a más de cinco millones y medio de personas en más de 160 países.
En países como México, la idea de recibir un pago por escanear el iris ha resultado especialmente atractiva para migrantes de Cuba, Venezuela, Haití y Centroamérica, quienes llegan a los locales de Worldcoin ávidos de recibir una cifra que puede rondar los 45 dólares –de acuerdo con la cotización de la criptomoneda–, como lo señaló un reportaje de Wired.
El desconocimiento de algunas personas para manejar estas herramientas las expone a que otros les roben el dinero que ganaron por entregar sus datos. De acuerdo con Wired, los participantes en México han empezado a perder su dinero incluso antes de salir de los locales de Worldcoin, pues una persona que los ayudaba a convertir ese dinero a efectivo se llevaba parte de sus criptomonedas.
Desde Worldcoin han intentado promover un discurso de justicia social, como si el pago en criptomonedas fuera una versión privada y digital de una renta básica universal. Pese a ese concepto de equidad, para abril de 2022 el 20% de las criptomonedas disponibles ya habían sido asignadas entre los empleados de la compañía y sus inversionistas.
Los métodos de Worldcoin han llamado la atención de las autoridades de protección de datos y han llevado a que sus operaciones sean frenadas en España, Portugal, Kenia y Hong Kong.
En abril pasado, el Servicio Nacional del Consumidor de Chile –SERNAC– anunció visitas a los locales de Worldcoin en ese país para corroborar el cumplimiento de las normas de recopilación de datos biométricos. Andrés Herrera, director de esa entidad, aseguró que la medida estaba motivada también por la protección de los jóvenes y de la población vulnerable, que podría “acceder a realizarse el escaneo del iris por una motivación económica, pero podría no estar plenamente conscientes de las implicaciones de compartir sus datos personales”.
Por su parte, las autoridades de Argentina y Perú anunciaron medidas semejantes, así como aperturas de investigación.
Teniendo en cuenta estas alarmas, la compañía se ha acercado a entidades públicas para aclarar el alcance de sus actividades. A mediados de mayo, Mauricio Lizcano, ministro de las tecnologías de información y comunicaciones de Colombia, informó que se había reunido con representantes de la empresa para hablar sobre los orb.
En todo caso, el 31 de mayo, dos días después de la llegada de Worldcoin a Colombia, la Superintendencia de Industria y Comercio de este país indicó que llevaría a cabo una vigilancia preventiva para salvaguardar el tratamiento de datos personales.
Aunque Worldcoin sostiene que su metodología es segura, algunos expertos han alertado sobre la efectiva protección de los datos. El iris es uno de los datos biométricos de mayor valor, pues permite reconocer con un nivel muy alto de precisión a una persona y no corre el riesgo de cambiar a lo largo del tiempo, como podría ocurrir con otros rasgos físicos.
Según su línea corporativa, a Worldcoin no le interesa tener los datos de las personas, sino comprobar que sean “únicas”. Sin embargo, algunos hechos muestran que en sus campañas de afiliación la compañía ha recogido muchos más datos.
De acuerdo con una investigación de MIT Technology Review centrada en los primeros pilotos de Worldcoin, los representantes del proyecto usaron prácticas engañosas de márketing, recolectaron datos personales de los usuarios y, con el distractor de los incentivos o retribuciones –desde criptomonedas hasta Airpods–, eludieron la responsabilidad de obtener un consentimiento informado significativo por parte de sus usuarios.
Worldcoin apuntó un número importante de registros en países como Indonesia, Sudán y Kenia. “El hecho de que haya leyes de protección de datos más fuertes en el norte global implica que los emprendedores de esa parte del mundo deban mirar al mundo en vías de desarrollo para suplir la demanda de datos que requieren”, le explicó la antropóloga digital Payal Arora a ese medio.
El proyecto enlistó a 450.000 personas en estas partes del mundo, una cifra importante para presentarse como la mejor opción en el mercado de la autenticación de seres humanos.
El peso con el que Worldcoin aterriza en la región expone las fallas o limitaciones regulatorias de las dos áreas en las que opera: la protección de datos y las criptomonedas. Además, pone sobre la mesa las dificultades y la necesidad de diseñar mecanismos para verificar a seres humanos en un momento en que los modelos de IA pueden ser explotados para dirigir ejércitos de cuentas falsas –como pueden ver más abajo en este boletín. Frente a esta realidad, plataformas como X (Twitter) han convertido sus sistemas de autenticación en un producto antes que en un elemento de confianza del servicio.