Venezuela: una prueba de esfuerzo para el sistema de fact-checking de X

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8/23/2024
Venezuela: una prueba de esfuerzo para el sistema de fact-checking de X
Por: Alejandro Moreno
Este texto apareció originalmente en la Red de Expertos en Democracia y Tecnología  de Linterna Verde lanzó en alianza con La Silla Vacía.

“Fomentar el odio y el facismo” fueron las dos razones por las que la semana pasada Nicolás Maduro decidió suspender la actividad de X en su país, durante un plazo de diez días. Desde el 29 de julio, día de las elecciones presidenciales, la plataforma ha sido un escenario de disputa política y de enfrentamientos directos entre Maduro y Elon Musk.

Las dudas sobre el proceso electoral, así como las protestas a las que ha dado lugar, han sido además la principal prueba de esfuerzo en la región del nuevo sistema colaborativo para enfrentar la desinformación en X: las Notas de la Comunidad.

El pasado 5 de agosto, en medio de su afán por mostrar legitimidad, Maduro manifestó en su cuenta de X su agradecimiento con el gobierno de Mozambique por reconocer su “contundente victoria electoral y popular”. Una nota de la comunidad, agregada al pie de la publicación de Maduro, le bajó el volumen a la afirmación del mandatario y planteó interrogantes sobre la transparencia del proceso: “Al momento, el CNE de Venezuela no ha publicado las actas firmas de votación y por tanto no hay resultados verificables, ni ha habido debido proceso de escrutinio. De hecho, el sitio web oficial del CNE permanece inaccesible al público”.

Esta semana, a la noticia de que el ministro de comunicaciones de Venezuela, Freddy Náñez, había asegurado que las actas de votación publicadas por la oposición no tenían metadatos y por tanto estaban editadas, se agregó una nota que desmentía sus declaraciones. Esto, bajo la afirmación de que “la limpieza de metadatos es una práctica habitual en los gobiernos del mundo como estrategia de ciberseguridad”.

Nota de la comunidad agregada a la publicación de Maduro.

Las notas no fueron redactadas por una agencia de verificación de datos ni por moderadores de X, sino por usuarios de la plataforma que voluntariamente se ofrecen para comprobar información de publicaciones engañosas o imprecisas.

Este programa colaborativo fue ideado por Jack Dorsey –fundador y CEO del difunto Twitter– como un medio para darle a los usuarios la posibilidad de agregar información que pudiera aclarar el contexto de una publicación. Bajo el dominio de Musk, el proyecto tomó su actual nombre y, si bien todavía está en fase de prueba en muchos mercados, apunta a ser un método global para combatir la desinformación.

Para que una nota sea visible es necesario que los colaboradores de este programa la califiquen como útil. Quienes participan en la votación deben tener puntos de vista distintos, lo que en teoría garantiza la imparcialidad de la nota.

El modelo apunta a atender algunas de las limitaciones del sistema tradicional de fact-checking, como los problemas de escala, pues naturalmente no todas las publicaciones engañosas en redes pueden contar con un proceso de verificación de datos. Además, en un momento en el que ha disminuido la confianza en los medios de comunicación y en el que las agencias de verificación de datos han sido objeto de ataques por ejercer su trabajo, es posible que las notas de contexto agregadas por otros usuarios puedan llegar a tener una mejor percepción frente a la audiencia.

Sin embargo, en algunos casos la redacción de las notas deja claro los sesgos o las opiniones políticas de quienes las producen. Hace unos meses, vimos cómo una discusión sobre una ley para regular internet en Estados Unidos –que efectivamente puede resultar problemática– fue señalada en una nota de la comunidad como un “caballo de Troya para la censura en Internet”.

Por momentos, las notas de la comunidad no agregan en realidad contexto sobre las publicaciones, o lo hacen con pocos o enrevesados fundamentos, como si el espacio se convirtiera en una manera de tuitear con cierto nivel de autoridad. Aunque algunos requisitos del programa buscan que las notas sean objetivas y pertinentes, no hay que dejar de lado que, en manos de su dueño y principal influenciador, X ha dado un vuelco ideológico abierto y se ha convertido, en palabras de Casey Newton, en un proyecto político.

En situaciones críticas, como la que atraviesa Venezuela, en donde el gobierno ha asediado a los medios de comunicación y agencias de fact-checking, las redes sociales pueden ser una ventana para acceder a información vacunada contra la propaganda y desinformación oficialista. Hace unos días, el propio Musk, en su rol de opositor, proclamó a X como la principal aplicación de noticias en Venezuela. Son justamente estas situaciones de tensión las que pueden demostrar si un modelo como el de las notas comunitarias cumple con su potencial democrático e innovador, o si resulta ser la continuación de la contaminación informativa por otros medios.

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Por:
Alejandro Moreno

Es editor de Circuito y coordinador del área de moderación de contenidos de Linterna Verde.

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