El jueves 22 de febrero, durante su conferencia de prensa matutina –transmitida, entre otros canales, por YouTube y Facebook–, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), expuso en una pantalla y comentó una carta enviada por Natalie Kitroeff, periodista del New York Times. El documento presentaba una serie de preguntas dirigidas al gobierno para incluir su versión en un reportaje sobre una supuesta relación de aliados de AMLO con el narcotráfico. Al leer la carta, el presidente pronunció en voz alta el número de teléfono de la periodista.
Dos días después, YouTube eliminó el video de su plataforma, asegurando que había violado sus políticas sobre acoso y cyberbullying, que prohíben divulgar información privada, incluyendo números telefónicos. En X (Twitter) el Presidente rechazó la medida de la compañía: “Por censura, Youtube nos bajó el video de la conferencia de prensa del jueves 22 de febrero, pues según ellos, infringe las normas de la comunidad. Es una actitud prepotente y autoritaria”.
Para Artículo 19, una organización dedicada a la defensa de la libertad de expresión, esta clase de hechos, en los que el gobierno ha incurrido más de una vez, ponen a los periodistas en una situación de vulnerabilidad. En uno de los países más peligrosos para el ejercicio del periodismo, “hacer público el número de teléfono de Natalie, una mujer, periodista y enfocada en investigaciones sobre delincuencia organizada, es un grave ataque a su libertad de expresión y derecho a la privacidad”, sostuvo en un comunicado.
Además, el episodio provocó que el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales –INAI– abriera una investigación de oficio para indagar si AMLO había violado las normas de protección de datos de México.
Unos días después, el video de la conferencia de prensa fue vuelto a publicar en YouTube, sin el fragmento en el que se revelan los datos de Kitroeff. Sin embargo, en ‘La mañanera’ –como se conocen este tipo de conferencias– del lunes 26 de febrero, AMLO leyó una nueva carta en la que la periodista le pedía respuestas para su investigación.
Antes de hacerlo, una persona de la audiencia le advirtió que le podían dar de baja su canal de YouTube. AMLO aprovechó el espació para criticar a la plataforma y aseguró que la compañía en México estaba “tomada por conservadores vinculados a un partido”.
Aunque en esa oportunidad amenazó con revelar nuevamente el teléfono de Kitroeff, bajo la idea de que el periodismo es un ejercicio público y los datos deben ser transparentes, finalmente sus asesores lo ocultaron durante la transmisión. De cualquier forma, volvió a criticar las políticas de YouTube para esta clase de contenidos: “No nos consultaron cuando se aprobaron esas normas, pero además no es un asunto sólo técnico, es un asunto político, porque ni modo que esta norma se le aplique a nuestros adversarios”, aseguró en la conferencia.
A pesar de la observación del Presidente, las normas de la comunidad de YouTube, al igual que las de otras redes sociales, constituyen una cláusula de los términos de uso de la plataforma, y por tanto son aplicables a todos los usuarios.
El video original también fue eliminado de la página de Facebook del mandatario, sin que haya información sobre si se trató de una sanción o de un acto voluntario. De cualquier forma, en la página web de la Presidencia de México, donde se transcriben las conferencias matutinas, todavía se exponen los datos de Kitroeff.
Las políticas de YouTube advierten que un canal puede ser eliminado en caso de incumplimientos reiterados. Este escenario, por ahora, parece no inquietar al Presidente, como lo dejó ver cuando una persona, en la mañanera del 26 de febrero, le preguntó si dejaría de usar la plataforma tras la sanción: “Uno no se sale del desfile, lo sacan”.