El 14 de noviembre de 2021, la abogada colombiana Ana Bejarano, columnista del portal Los Danieles, recibió un mensaje de Twitter donde se le pedía verificar el número de celular para acceder a su cuenta. En ese momento ella se encontraba en una transmisión en vivo en otras plataformas y no estaba intentando iniciar sesión en Twitter.
Según explicó Bejarano, recibió el mensaje de Twitter pocos minutos después de que leyera en vivo una columna donde criticaba al ministro de Defensa Diego Molano. Adicionalmente, lucía una camiseta con la frase “saquen sus rosarios de nuestros ovarios”, en alusión a la campaña a favor de la despenalización del aborto en Colombia.
En la solicitud de que confirmara su número telefónico, Twitter le informó a Bejarano que recibiría un mensaje de texto para comprobar que, en efecto, era la titular quien estaba usando la cuenta. Pero el mensaje nunca llegó y la cuenta fue temporalmente restringida por Twitter.
La medida de Twitter desencadenó una ola de mensajes y protestas con la etiqueta #TodosConAnaBejarano. Diversas voces –entre periodistas, políticos y organizaciones– acusaron a la plataforma de censura. “Una camiseta con un eslogan feminista de los años 70. Unas personas que no soportan que alguien ajeno a su fe use la palabra ‘rosario’. Las reglas de una plataforma que, para proteger, silencian”, escribió Bejarano un día después del hecho, cuando finalmente recuperó el acceso a su cuenta gracias a un contacto directo con los representantes de Twitter.
Tanto Bejarano como quienes apoyaron la protesta vincularon en ese momento la decisión de Twitter al mensaje que ella exhibía relacionado con la despenalización del aborto. Sin embargo, no es claro que esa haya sido la razón –como incluso la propia columnista manifestó después–. De conformidad con las reglas de Twitter, este tipo de restricciones a las cuentas pueden obedecer a que la plataforma detectó “un comportamiento sospechoso” donde concluyó que la cuenta estaba “comprometida”.
Es posible, entonces, que en un intento por silenciar a Bejarano un tercero haya tratado de iniciar sesión en su cuenta hasta desencadenar la restricción. También es posible que diversos tuits emitidos desde la cuenta hayan sido interpretados erróneamente por la plataforma como spam. De cualquier forma, como explicó la columnista posteriormente, Twitter le dijo que no era posible determinar la razón.