En enero de 2019, los gamers Kenzo y ObbyRaidz (hoy conocido en redes como Gankerino), recibieron reclamaciones de copyright por parte de una persona que se hacía llamar VengefulFlame, por lo cual sus canales recibieron dos strikes.
Poco después, ObbyRaidz recibió un mensaje en el que se le exigía el pago de 150 dólares o 75 en bitcoin, a cambio de que no se hiciera una tercera reclamación que terminara por inhabilitar su canal. A Kenzo, por su parte, le pedían 300 dólares. Al parecer, se trataba de una forma de extorsión.
Tanto Kenzo como ObbyRaidz acudieron a Twitter para exponer sus casos. TeamYoutube les agradeció por ese medio que denunciaran la extorsión, anunciaron que la cuenta del reclamante había sido eliminada, retiraron los strikes y volvieron a habilitar los videos.
Unos meses después el asunto escaló a estrados judiciales. YouTube descubrió que la persona detrás de las reclamaciones fraudulentas se llamaba Christopher Brady y llevaba mucho tiempo extorsionando a otros gamers bajo esa modalidad. En su demanda, YouTube exigió una indemnización y medidas para evitar reclamos fraudulentos en el futuro.